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Racismo, homofobia, sentimientos antirreligiosos, son sólo algunas de las formas de intolerancia que pueden existir y de hecho existen en el mundo.
Esta intolerancia se caracteriza por el maltrato, violencia y agresión que puede persistir hacia una persona e incluso provocar su muerte.
Muchas instituciones no asumen la existencia de los crímenes del odio, pero cómo ignorar este fenómeno cuando todos conocemos que viene desde años atrás en nuestra humanidad. Un ejemplo claro es el de Adolf Hitler durante la Alemania nazi, en la que más de 10 millones de personas fueron asesinadas por el odio de un hombre que se tradujo en órdenes y prejuicios ante otros que se dedicaron a matar por no aceptar que otras personas provenían de diferentes regiones o tenían creencias distintas.
Cabe destacar que este nivel de intolerancia no sólo se traduce en asesinatos sino en otras formas de agresión como la tortura, los tratos crueles, inhumanos y degradantes, agresiones verbales, físicas y psicológicas, amenazas, abuso de poder, entre otras».
En los crímenes de odio las víctimas presentan una característica particular que son vistas con prejuicio por el agresor que las ve como una amenaza para el bienestar de los ciudadanos. Las causas más comunes suelen ser la homofobia, la cual presenta un gran grado de rechazo por parte de la Iglesia, el racismo, que aun no ha podido erradicarse en el mundo y las creencias antirreligiosas muy a pesar de que vivimos en un mundo donde muchas personas presumen ser liberales.
Para tratar de comprender este comportamiento, tanto analistas de violencia como psicólogos coinciden que el comportamiento criminal popularizado por los narcotraficantes influye en las relaciones sociales de las personas.
Otras razones sociales influyen en el comportamiento de los agresores, la primera es el pensar que nuestras creencias son las que están correctas mientras que la segunda es pensar que la otra persona tiene fallas morales.
Si buscamos más antecedentes históricos destacan que el cristianismo, tras convertirse en una religión predominante del Imperio romano combatió a otras religiones de Europa.
Si en cambio indagamos un poco más sobre problemas de intolerancia que ocurren en la modernidad podemos referir que en África, Asia y varios países de Europa, cientos de mujeres son asesinadas acusadas de brujería, o que en África los albinos son víctimas de mutilaciones y homicidios por creerse que son fantasmas o criaturas del mal.
Sin ir tan lejos, estos problemas se pueden ver reflejados también en la convivencia diaria. La violencia que aumenta cada día en el mundo se ve generalizada en disputas entre vecinos, parejas o amigos.
La vida es un derecho fundamental de cada persona. Muchas veces la intolerancia en las personas viene de vivir en entornos negativos donde lo único que el agresor tiene como ejemplo son los gritos y los golpes.
Sociólogos recomiendan dar mayor información a las personas para que la violencia deje de ser socialmente aceptada e invisible.
Fuente: books.google
