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Unos de los rasgos culturales de cada país o zona geográfica está constituido por los hábitos alimenticios. Por ejemplo, a los nativos de América también se les conoce como los hijos del maíz pues es un alimento que se puede encontrar en casi todo el continente. También es cierto que, dependiendo del tipo de dieta que se consuma se pueden obtener beneficios para la salud de nuestro cuerpo, lo que hace que algunos platillos o preparaciones se destaquen más que otras si se quiere lograr este propósito pues, ¿quién no quiere mantenerse sano? Si de dietas se trata, hay una que sobresale y es la mediterránea, si no han leído u oído hablar de ella, no se preocupen, acá encontraran algunos datos de su interés.
Desde el año 2010, la dieta mediterránea fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial por la UNESCO, lo que permite que los métodos de cultivo, pesca y recolección de alimentos se sigan conservando por las generaciones venideras. La dieta mediterránea incluye la gastronomía y la economía de once países, entre los cuales se encuentran Grecia, España, Turquía, Italia, Libia, entre otros, quienes comparten rasgos comunes como la sencillez de los platos, alimentos ricos en omega 3 y pocas cantidades de carnes rojas, harinas y azúcares.
Uno de los factores positivos de la dieta mediterránea es que incluye todos los alimentos que son esenciales para mantenernos sanos, por si no los conoces, estos son: aceite de oliva extra virgen, cantidades abundantes de granos, frutas, verduras y legumbres; en materia de proteínas de origen animal, en esta zona prefieren los pescados y los productos del mar sobre al igual que las aves de corral sobre las carnes rojas, éstas últimas se consumen en ocasiones especiales. Otro alimento que se consume en la dieta mediterránea son las semillas como las nueces. Al momento de condimentar se inclinan por hierbas y esencias naturales. Y en las bebidas no podemos dejar de mencionar el agua y el consumo de vino.
Los estudios que se han realizado sobre la dieta mediterránea han concluido que sirve para prevenir la aparición de muchas enfermedades crónicas y que puede ser consumida por cualquier tipo de persona, hasta las vegetarianas y las que son intolerantes al gluten aplicando las restricciones según sea el caso. Otras de las ventajas de este tipo de alimentación son los efectos el anti envejecimiento de los tejidos, otra arma contra las arrugas, también ha funcionado de manera exitosa en planes de alimentación para la pérdida y mantenimiento del peso corporal.
Por si esto le parece poco, la dieta mediterránea fortalece la estructura ósea y mejora la actividad cognitiva del cerebro, además de ser una herramienta para la prevención de algunos tipos de cáncer y sirve para controlar la diabetes. Con tantos aspectos positivos, vale la pena intentar llevar este tipo de dieta y mejorar nuestra salud.
Fuente: http://informe21.com/
