Mi padre siempre decía a modo de broma pesada que los gallos no tenían manos porque las gallinas no tenían senos. Cuando era una niña no entendía el chiste, pero cuando llegué a la adolescencia y mis senos comenzaban a quedarse atrás en el desarrollo, no solo lo entendí, sino que lo odié con todas mis fuerzas.
No pasó mucho tiempo para que el rechazo de los chicos por mis pequeños senos me llevará hasta la silla del psicólogo, quien me explicó que mi cuerpo era hermoso y debía aceptarlo tal como era.
Obviamente, no era la respuesta que esperaba, así que fui al doctor en busca de una cirugía estética milagrosa. Como era muy joven aún, el médico se negó a intervenirme quirúrgicamente, recetándome a cambio unas pastillas que, supuestamente, aumentarían el tamaño de mi pecho. Todo se quedó en el “supuestamente”, ya que mis senos seguían iguales; no así mi estomago que se hallaba intoxicado de tanta pastillas.
Fue una época dura, porque había tocado fondo y estaba absolutamente deprimida. No existía método que no hubiese probado, por caro, incómodo o estrambótico que fuese. Mi cuenta bancaria se fue a pique y con él mis ganas de seguir adelante.
Pero, justo cuando creía que todo estaba perdido, encontré por esas casualidades positivas de la vida con una solución a mi problema. Un método 100 % natural para aumentar el tamaño de mi busto. Debo confesar que el hecho de que no tuviese que tomar pastillas o usar cremas era lo más atractivo de este sistema, pero también lo más dudoso.
De todas formas, decidí probarlo. Solo necesitaba seguir los consejos del sistema durante 21 días, o menos. Los resultados fueron tan abrumadores, que me cuesta creer aún que tengo el busto que siempre soñé, sin cirugía, pastillas, hipnosis o pócimas mágicas.
Si se animan a probar, lo pueden encontrar por su nombre. Se llama “Sistema cómo aumentar su busto” y su método se fundamenta en una idea tan básica como cierta en lo que a la naturaleza femenina se refiere: la hormona conocida como “Estradiol”, que es la que se encarga de definir la figura de las mujeres en su etapa de desarrollo.
Partiendo de este sencillo punto, el sistema recurre a una serie de técnicas y hábitos que estimulan el estradiol, generando un aumento del tamaño del pecho. No hay duda, los resultados son increíbles. Y lo mejor, no corremos el riesgo de visitar los quirófanos o tomar medicinas no certificadas.