El valor de las cosas y de nuestro hábitos

Foto de pixabay.com

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Todo en esta vida tiene un costo, puede ser monetario o de un valor no tangible como el valor sentimental, el tiempo, los sacrificios, por mencionar algunos tópicos que no se pueden cuantificar. Pero la mayoría de las actividades o adquisiciones en un futuro podemos ver lo que realmente cuesta.
Cuando nos planteamos una meta para adquirir algún bien, hay analizarla perfectamente, ya que para cumplir con este objetivo debemos realizar una serie de sacrificios que nos ayuden a materializar este sueño. Por ejemplo si nos planteamos el adquirir un automóvil, debemos trabajar más horas y reducir nuestros gastos de diversión (viajes vacacionales, salidas nocturnas, compra de ropa que no necesitamos) para poder comprar ese auto del año y nuevo que tanto queremos.
Sin embargo, ¿es esencial realizar este tipo de sacrificios para cumplir una meta? Aun cuando tengamos que salir de nuestra zona de confort… claro que sí, este tipo de sacrificio en un futuro siempre nos recompensa con un mejoramiento de nuestra vida.
Las necesidades de cada persona son diferentes unas de otras, pero existen algunas que pudieran considerarse básicas, para el desarrollo de un estilo de vida libre de carencias; estas podrían dividirse en productos y hábitos.
Los productos son todos aquellos artículos que nos facilitan, de cierto modo nuestra vida, brindándonos comodidad, estabilidad y bienestar. Entre ellos podemos mencionar: la ropa de cama, las herramientas (sean para reparar nuestro vehículo o cualquier desperfecto en el hogar), los zapatos, línea blanca (lavadora, secadora, nevera; parece mentira pero un hogar sin ellos es como una mesa sin una de sus patas).
Por otra parte los hábitos, tienen un valor más alto, porque son acciones características de nuestra personalidad y a su vez son conocimientos que vamos adquiriendo a través de los años. Alguno de los más comunes son los siguientes:
Madrugar: como dice el refrán: “el que madruga dios lo ayuda”, cuando nos levantamos más temprano, nuestro día es más largo y podemos distribuir mejor nuestras actividades. Probablemente seamos los primeros en irnos de una fiesta, pero habremos realizado todos nuestros deberes.
La Lectura: es un excelente hábito, que nos permite adquirir conocimientos y crearnos opiniones sólidas sobre cualquier tema de actualidad.
Nutrición: es la herramienta fundamental para que nuestro cuerpo este lleno de vida y salud. El tener hábitos alimenticios sanos, nos permite ahorrar en servicios médicos, debido a que nuestro organismo funcionaría en óptimas condiciones. Claro no debemos descuidar nuestro chequeo médico anual.
Dejar de ser multitasking (multitarea): por lo general es una mala rutina que muchos de nosotros tenemos, pero es mejor realizar una sola actividad, brindarle todas las energías a ella y luego de culminada realizar la siguiente. Así tendremos la certeza de que esa labor quedó en perfecto estado.
Ya sea un sacrificio en nuestra economía, o un reajuste en la modificación de nuestras costumbres, todo lo podremos lograr si nos organizamos bien y los resultados serán divisados en el futuro.

Fuente: finanzaspersonales