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Toda la vida he sentido repulsión por las verrugas. En la medida que fui creciendo, comencé a tener pequeños lunares que en mi edad adulta, algunos de ellos, se convirtieron en verrugas pequeñas pero igualmente molestas, que me hacían sentir insegura.
Cuando empecé a engordar, sentía que aumentaba la aparición de verrugas en mi piel. De verdad, me sentía muy mal porque esto estuviera ocurriéndome. Algunas de ellas me causaban dolor con solo rozarlas.
Asistí adonde una médico dermatóloga y quemó algunas de mis verrugas pero eso no impidió que volvieran a aparecerme. En poco tiempo algunas volvieron a salir, produciéndome mucho estrés, no solo por mi apariencia, que ya me amargaba, sino porque me daba miedo que alguna de ellas fueran el aviso de que algo malo tenía en mi organismo.
Aunque seguía tratándome con mi médico, era inevitable que otras verrugas salieran por debajo de los brazos y cuello. Así que intenté buscar alguna solución alternativa a mi problema, a ver si de verdad podía erradicarlo. Fue entonces cuando conseguí Sin Verrugas y Lunares.
Buscando tips por internet que me ayudaran con mi problema de verrugas, conocí Sin Verrugas y Lunares, un tratamiento totalmente nuevo y natural, creado por el especialista Manuel Alfonso Lucas, con el cual pude ver cambios importantes en la apariencia de mi piel.
Con este libro en el cual se detalla el remedio para tratar esta condición, por llamarla de alguna forma, fue que logré deshacerme de las terribles y feas verrugas que comenzaron a invadir mi cuerpo de forma repentina.
Cuando fui a verme con la dermatóloga, ella me dijo que era una condición genética la que me hacía propensa a tener lunares y verrugas sobre mi piel pero la verdad es que, luego de conocer Sin Verrugas y Lunares, comprendí que existen otros factores que inciden en que aparezcan las verrugas, en cantidades y tamaños, lo cual ignoraba hasta el día en que adquirí Sin Verrugas y Lunares.
En solo 1 mes o, quizás, un poco menos, fui testigo de cómo mis axilas y mi cuello comenzaban a despejarse de las molestas y dolorosas verrugas, y lo mejor de todo es que no aparecieron nunca más.
Hoy en día no sufro de complejos ni nada que se le parezca, porque no tengo problemas en mi piel a causa de las verrugas. Ahora uso mi cabello recogido, sin sentir que debo tapar mi cuello para que las verrugas no sean visibles. De verdad es un tratamiento que vale la pena tener, ya que no solo me curé, sino que no tuve que gastar en dolorosos e inservibles tratamientos dermatológicos que poco me ayudaron a erradicar el problema.
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