Foto de Pixabay.com
Muchas eran las especulaciones de cómo sería el mundo de acuerdo al vertiginoso avance tecnológico iniciado a partir de la revolución industrial. Incluso el escritor francés Julio Verne describió dentro de su libro “Vingt mille lieues sous les mers” (Vente Mil Leguas de Viaje Submarino), como el ser humano sería en el futuro capaz de cruzar miles de millas náuticas por dentro de profundos y misteriosos océanos.
Se hizo referencia en muchas ocasiones a “objetos extraños” que se podían divisar y hasta palpar. Para los aficionados a la tecnología; el incremento actual supone un “paraíso” del que no se imaginan poder subsistir en esos tiempos.
<<Hoy día vivimos en un mundo que está inmerso en la tecnología, no movemos al son de ella, actualizándonos al día a día con sus últimas tendencias y sofisticaciones>>¹
Sin duda alguna, la tecnología se ha encontrado presente en todo el desarrollo humano, y se ha convertido en el eje fundamental de todos y cada uno de los avances que se han efectuado en cualquier ámbito humano.
Se utilizan a favor del hombre todos y cada uno de los objetos que se encuentran en la naturaleza (bajo la forma que sea), con el fin de desarrollar nuevas investigaciones en múltiples campos de aplicación o de indagar acerca de información no autorizada.
<<La tecnología se ha vuelto en contra de los derechos humanos, o al menos esa fue la sensación imperante a partir de las revelaciones de Edward Snowden el año pasado. Se puso en evidencia que los avances tecnológicos que propiciaron la Primavera Árabe y permitieron a los ciudadanos desempeñar un rol periodístico durante estos sucesos, también facilitaron la vigilancia sin trabas en todo el mundo y dejaron de lado las garantías legales.>>²
Con la innovación tecnológica es normal observar cada vez más personas familiarizadas con estos cambios y asiduas a dispositivos que poseen un gran avance; de igual manera es frecuente observar cada vez más niños con capacidades de manipulación de objetos y dispositivos electrónicos con una facilidad impresionante y abrumadora.
De la misma manera como el ser humano se ve cada vez más envuelto en esta, se ha vuelto sumamente común el acercar y acortar distancias entre personas; ya es muy sencillo comunicarse con una persona que se encuentra al otro lado del mundo, o enviar información de manera ágil y eficiente aunque las personas no se encuentren en la misma localidad incluso.
Pero este mismo avance, está logrando que niños, jóvenes y adultos (en un importante porcentaje), ya no disfruten de la compañía de otras personas, no se les vea compartiendo el contacto físico y se encuentren sumergidos en estos dispositivos, bien sea teléfonos celulares, televisores, ordenadores, consolas de juego, entre muchos otros.
Esta situación hace cada vez más difícil la percepción humana, se crean más vacíos y las personas se vuelven más distantes y frías. Son pocas las personas que prefieren un paseo tranquilo, una conversación en un parque, o simplemente sentarse a disfrutar del cielo a estar inmersos en todo este valle de información, de electricidad, de objetos y dispositivos que hoy día nos brinda la tecnología.
La gran pregunta que se debe hacer es: ¿Seguirá en detrimento la condición humana como tal para prevalecer el humano tecnópata? ¿Qué pasará el día de mañana cuando ya todo se realice vía digital? ¿Será un buen aprendizaje para los niños del futuro, el no aprender a sobrevivir en la vida sin estos objetos?
Fuentes: http://latecnologiaunarmadedoblefilo.blogspot.com, https://www.hrw.org/
