Los aromas del té impregnan el ambiente, sus distintos sabores hacen que nuestro paladar se deleite y resulte ameno el momento en el que disfrutamos de él. Muchas personas creen saber mucho del mundo de la comida y creen ser conocedores del café y sus variaciones, aunque no saben mucho de los tés.
En China y otras culturas en las que el té tiene gran relevancia cultural, el té negro se conoce como té rojo para dar referencia a que este tipo de té tiene su origen en el color de las hojas oxidadas.
El té negro se origina de las hojas de la planta de origen chino Camellia sinensis. Este famoso té que no a muchos les resulta agradable porque puede llegar a ser amargo, se encuentra oxidado en sus variedades como el té verde, té oolong y té blanco. También es común mezclarlo con diversas plantas, obteniéndose bebidas aromáticas y atrayentes.
En otros países como el Reino Unido, el té tiene una importante relevancia. El país es famoso por la frase “Es la hora del té” y muchas personas que viajan a hacer turismo en Inglaterra esperan poder sentarse junto a las elegantes teteras y numerosas cucharillas e implementos para probar los distintos tipos de té aunque no necesariamente sean producidos en ese país.
Inglaterra es una de las diferentes culturas que han sabido sacar provecho de la industria del té. Es parte de su tradición, saber cuándo es necesario agregarle leche o cuál es la mejor variación para tomar té helado y constan de clases de protocolo para enseñar a las personas desde temprana edad a cómo comportarse, cómo mover las manos y que instrumentos usar en la importante hora del té.
Aparte del té negro, las otras variedades de té no se benefician de ser clasificados ni tener reconocimiento mundialmente. Para ellos, existen sistemas regionales y nacionales. Como un dato adicional, es importante añadir que cada clase de té es representada por el nombre de la región productora o su método de fabricación.
Uno de estos derivados de té negro que ha pasado un poco desapercibido pero no por eso ha dejado de hacerse eco en el mundo, es el té de Ceylán, producido en la privilegiada región de Sri Lanka, donde el clima y las condiciones idóneas son primordiales para el crecimiento de la planta.
Haciendo referencia nuevamente a la cultura inglesa, la tradición de té en Sri Lanka proviene de la colonización de Inglaterra y la mayoría de las factorías de té existentes en ese país datan de esa época. Sri Lanka se ha convertido en el cuatro productor mundial de té. La bebida es la principal tomada en el país y muchas familias viven de la creación de jardines de té y su venta.
El té de Ceilán contiene un alto grado de cafeína. Es una bebida ligeramente estimulante, tónica, con cuerpo y sabor fuerte.
Para los paladares exigentes, este té es recomendado en horas de la mañana, al mediodía o después de comer. Cuando hay obesidad, es más recomendable que el café, pues consta con los beneficios de las catequinas y los polifenoles.
En pequeñas dosis puede ser saludable para el estómago y logra actuar como regulador digestivo. Aunado a esto, el té de Ceilán también es recomendado a personas que padecen de depresión leve por sus propiedades estimulantes a personas decaídas.