El yoga es una disciplina con muchos beneficios para la salud en general. Es una práctica completa que combina el control del cuerpo y la mente. Sus beneficios para embarazadas son altamente recomendados y su realización es una de las recomendaciones en las que más insisten los ginecólogos por tratarse de un ejercicio físico suave.
Practicar yoga no sólo sirve para mantenernos en forma durante el embarazo, sino que también ayuda a nuestra mente a calmar los miedos e inseguridades. Con las diferentes posturas podemos controlar la respiración y el equilibrio, y hacer de nuestro embarazo una etapa tranquila y maravillosa en nuestras vidas.
A parte del bienestar antes mencionado, el yoga también puede ser beneficioso a la hora de concebir, debido a que la flexibilidad alcanzada nos permitirá transcurrir el trabajo de parto en mejores condiciones físicas y mentales.
En el plano espiritual, los ejercicios de respiración nos ayudan a calmarnos, algo ideal a la hora que nuestro cuerpo genere contracciones que suelen ser dolorosas. Con la práctica comprometida del yoga durante los primeros meses de embarazo, podremos recibir de forma relajada al bebé que está por nacer.
Algunos de sus efectos positivos son:
1.- Oxigenación.
La práctica del yoga ayuda a liberar las tensiones musculares y mejorar la respiración, favoreciendo el incremento de la oxigenación de la sangre y del niño.
2.- Elasticidad.
Son muchas las mujeres que desconocen que durante el embarazo la franja muscular del periné, la cual sostiene el útero, debe ser más elástica para permitir el paso del feto por el canal del parto. Muchas posiciones del yoga actúan sobre esta zona y atenúan las contracciones.
A medida que el embarazo avanza, la pelvis se desplaza hacia delante y la curva lumbar se acentúa. El estiramiento de los músculos alivia los dolores y mejora la postura, sufriendo también menos de los dolores de espalda, especialmente los relacionados con el nervio ciático. El yoga ayuda a estirar la espalda y a distribuir bien el peso.
3.- Preparación al parto.
Con relación al punto anterior, en el yoga se realizan muchos estiramientos que también resultan beneficiosos para la preparación al parto, debido a que tonifican los músculos.
4.- Relajación y buena digestión.
La ansiedad que acompaña a la mujer durante el embarazo puede mejorar con la repetición de algún sonido, una sílaba, una palabra o una frase que ayuden a liberar la mente (los conocidos como mantras). Un mantra puede comenzar siendo una sílaba hasta terminar siendo una frase inspiradora que dependiendo de lo que indique tendrá efectos positivos en nuestra mente.
Practicar este ejercicio después del nacimiento del bebé, fortalece los músculos y el suelo pélvico, una de las mejores maneras de recuperar nuestra figura tras el embarazo. Es recomendable esperar seis semanas tras el parto iniciar el ejercicio.
Recuerda que si nunca has practicado yoga, es necesario que aprendas a realizar las posturas bajo la mano y supervisión de un instructor. Si en cambio estás familiarizada con el ejercicio, puedes probar a realizar las posturas por tu cuenta, con la ayuda de algún libro o un vídeo especializado.
Fuente: http://www.mibebeyyo.com/