La cita famosa que dice “Lo que cuenta es lo que hay en tu interior y no como te veas en el exterior”, cobra hoy día mucho más sentido. Con el auge de las cosas de moda, en las que las personas se dedican a seguir con devoción lo que hagan los demás, existen muchos consejos oportunos para mejorar tu figura o lucir mejor. Por ejemplo el ir al gym y tomarte fotos frente al espejo mostrándole tus progresos a tus contactos, las técnicas de último momento para maquillar tus cejas, la cirugía capilar o hidratación capilar para que tu cabello luzca realmente liso o incluso, el gastar mucho dinero en zapatos Nike de ejercicios aunque estés muy lejos de comprometerte con el gimnasio.
Si todo esto te resulta conocido, es porque de seguro te has topado con una persona que te resultaba atractiva en su aspecto físico, sonrisa, cabello, piel y cuerpo perfecto, pero una vez que habló o una vez que le conociste, tu reacción fue querer salir corriendo.
Y es cierto que a todos nos gusta vernos agradables a la vista de los demás, pero no crees que ser bonito desde afuera es aún más importante que gastar tu dinero en tu apariencia. Con esto no queremos decir que debes descuidarte. Puedes seguir preocupándote por lucir impecable, pero asegúrate de leer estas cosas que podrías estar haciendo sin darte cuenta y que cambiándolas, te ayudará a mantener relaciones verdaderas con los que te rodean y te hará ganarte un gran espacio en el corazón de los demás:
1.- Ser insegura.
La seguridad en uno mismo sin llegar a ser egocéntrico, hace que las demás personas confíen en ti y te perciban como alguien que sabe lo que hace. Es muy feo para las personas que digas que los demás son mejores que tu. La página Lasmenteesbrillante.com describe que además “una persona insegura suele vivir su día a día con mirada atemorizada hacia la vida. ¿Te imaginas cuantas cosas se puede estar perdiendo por ello? Nunca lo olvides, eres única. Y tienes todo lo necesario para brillar con luz propia”.
2.- Ser maleducada.
Esto debería estar sobreentendido. A las personas no les gusta nadie que sea grosero, ofensivo y falta de respeto. Además de esto, podrías estar ganándote enemigos, y cuando necesites a alguien de verdad no lo tendrás. Recuerda que descalificar puede herir a los demás.
3.- Ser controladora.
El hecho de pensar que si las cosas no las haces tu, nadie las hará también como tú, puede ahuyentar a las personas que te rodean. A nadie le gusta estar alrededor de una mandona.
4.- Ser quejona.
Las personas evitan tratar a alguien que se queje de todo. No abuses de la confianza de las personas para hacerles pasar un mal rato por quejarte de las cosas. Si no te has dado cuenta, puedes hacer una lista donde vayas anotando el número de veces que te quejas de algo.
Recuerda que el cambio siempre está en tus manos.